15: LO QUE PODEMOS APRENDER DE LA EXPERIENCIA DE O PELOURO
En una de las primeras entradas de este blog
hablábamos de la educación en Finlandia y de la propuesta de algunos agentes
que intervienen en el modelado del sistema educativo español por extrapolar sus
dinámicas al contexto de nuestro país. Pues bien, no hace falta irse tan lejos
para conocer referentes de escuelas eficaces, ni siquiera tenemos que cruzar nuestras
fronteras: el centro que lleva alrededor de cinco décadas evidenciando que otra
educación es posible se encuentra en tierras gallegas, en una pequeña aldea
termal de Pontevedra llamada Caldelas de Tui. Teresa Ubeira y Juan Llauder, pedagoga
terapéutica y neuropsiquiatra infantil respectivamente, han conseguido
demostrar que no hace falta segregar a los estudiantes en función de sus
características para ofrecer una enseñanza personalizada, que tenga en cuenta
sus potencias y limitaciones y que permita que desarrollen su personalidad en
un marco de libertad, igualdad y respeto. Aquí aprenden juntas personas con
autismo, síndrome de Down, Asperger, superdotados y otras que entran dentro de
lo que se considera normativo. Es una apuesta firme por “vivir en diversidad”,
por una sociedad que valore nuestras diferencias y respete la identidad individual
de cada uno sin segregar nuestros cuerpos según sus particularidades.
En O Pelouro no hay división del aprendizaje por asignaturas,
pero todo el contenido que se presupone a cada una de ellas se aprende igual. Se
trata de ofrecer una enseñanza transversal y no coercitiva, en la que se
aprenda a relacionar los conocimientos y no se limite sólo a inculcarlos de
forma analítica como objetos estáticos separados de la propia vida.
Igual este país sí que tenía que mirar al norte para inspirarse
en la cuestión educativa. Pero a nuestro norte.
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